By Ruby Gonzalez
Encantadora la señora.
Su hermosura fascinaba.
Mas el amor buscaba, y con él, un corazón.
Hombre de leyes pasó; muy ocupado en política.
Y al verla, la deseó.
Pero compartir su corazón debía.
Mas ella no aceptó.
Hombre de púlpito y dones, también, se asomó.
Y al verla, la codició.
Pero compartir su corazón debía.
Mas ella no aceptó.
Luego, pasó un hombre de fama y negocios.
Joyas, pompa y fanfarria.
Pero, aun así, no la conquistó.
Y aún siguen pasando…
Mas sigue buscando
el Amor, y con él, un corazón,
La señora Verdad.