By Maria Cardoso
¿Has tomado tu tiempo para escuchar y poner atención a tu alrededor y la variedad de
expresiones que se usan por tu familia o tus amistades? ¿Te ha pasado que a la hora de usar esa
misma palabra o expresión con gente con la cual no te relacionas al día a día te preguntan qué
significa o a qué te refieres? Allí te das cuenta que no todos usan, entienden o ¡saben de tu
expresión/palabra! Tal es el caso de la palabra “Jitomate” que se usa en mi país México, para
referirse al tomate.
Usualmente la palabra “Jitomate” se deriva de una palabra indígena de México. Con más
exactitud la palabra proviene del náhuatl xictli ‘ombligo’ y tomatl ‘tomate’. La palabra es más
común escucharla en el centro de México ya que el tomate se refiere al tomate verde o tomatillo,
mientras en el norte del país y en el extranjero se le llama tomate. Por ejemplo se usa a la hora
de: 1) Comprar verduras/legumbres en el mercado: “¿A cuánto se vende la libra de jitomate?” 2)
A la hora de cocinar: “Se le añade 4 jitomates y un diente de ajo a la salsa roja”.
Recuerdo escuchar esta palabra cuando mi tío se casó y su esposa la usaba para referirse
al tomate. Antes de eso no recuerdo si mi mamá usaba este término mucho antes, pero al pasar el
tiempo escuché que la usaba de vez en cuando. Personalmente recuerdo preguntarle por qué se
referían así hacia el tomate, ¡pues se me hacía confuso! Ella simplemente me contestaba: “No sé,
así se le conoce al tomate en México también”. Cuando a la edad de diez años empecé a viajar al
estado de Puebla en México, en los veranos, la escuchaba diariamente por mis familiares y en
todos lados. Yo no me explicaba por qué alargaban el nombre “¡tomate!” si era
entendido/conocido así universalmente, ¡hasta en inglés se escribe igual! Yo imaginaba que
quizá era una palabra inventada y se usaba por costumbre y no porque fuese el término correcto.
Yo me propuse no usar la palabra pues se me parecía un sin sentido.
Después de hacer mi búsqueda, realmente me dejó sorprendida, pues primero que todo, sí
existía y tiene historia. Inmediatamente sentí orgullo al leer que, ¡se deriva del dialecto náhuatl!
Entonces comprendí que el tomate es llamado así por la razón que los Aztecas provenientes de
México y hablaban el dialecto náhuatl. Cuando busqué la palabra apareció esta historia en el
diccionario digital de la Real Academia Española https://dle.rae.es/jitomate?m=form.
Como resultado, la palabra Jitomate puede ser escuchada comúnmente por la comunidad
mexicana, pues proviene de un dialecto aún hablado en México. Les hice una pregunta a mis
amistades y conocidos con raíces mexicanas sobre si usan o conocen esta palabra actualmente y
me dijeron que sí. Entonces no se sorprendan si lo escuchan la próxima vez que lo lean de un
“sign” en el supermercado o escuchen a alguien decir “¿A cuánto está la libra de Jitomate?”
¡aquí en New York!